El Todo:
El agua embarrada de un pozo lejano al que hay que ir a pie,
Cuando se tiene sed.
La Nada:
Una mesa repleta de manjares
Cuando no apetece nada,
Al saber que despues no habrá nadie,
Al otro lado de la cama,
Que se va a acariciar el vacío,
Al borde del abismo ,
Al filo de la madrugada.
Por eso ,por favor, llévame contigo Amigo,
En busca de pozos de aguas embarradas,
Para transformarlas en aguas claras,
Lejos de mesas repletas pero vacías,
Mesas llenas de nada.
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A veces queremos abrazar al otro, entero ,todo.Pero el otro se nos revela tan grande, o nosotros nos sentimos tan pequeños,tan mediocres a su lado, que no podemos abarcarlo ni entenderlo en su plenitud.
Entonces queremos comprimir lo,empezamos a empequeñecerlo,siempre,desde nuestro punto de vista , por "su bien" claro.
Nos empeñamos hasta en que adelgace,para materializar de forma ostensible su cambio por nosotros ,pero con el cambio físico no nos basta :
Como aún no conseguimos rodear lo del todo,le pedimos que renuncie a parte de él,en lo más profundo ,en su personalidad,que cambie ,que se amolde a nosotros.
Al final ,el otro se rebela ,se resiste,a dejar de ser él mismo.
Entonces tratamos de aniquilar lo del todo,desmoronar lo en todas las facetas de su vida .
Al final irremediablemente nos encontramos acariciando el vacío,al filo del abismo, al borde de la madrugada.
Por quererlo todo ,nos encontramos con la nada.
Y obstinados en nuestro error repetimos y repetimos hasta el infinito esta rueda gira ,gira del todo y la nada.
Hasta que un día ,llega alguien que la detiene y sin querer cambiarte un ápice te dice:
"-Te quiero así por y como eres .Lo eres todo par mi".
Entonces se acaban las caricias al vacío,el estar al borde del abismo al filo de la madrugada y nos escuchamos decir:
"_Amor ,o tu o nada."
