Una vecina ,que otrora me hiciera la limpieza y a la qua ayudé con cierta enfermadad ,me ha traido tomates y pepinos.(En semana santa y navidad dulces caseros de la época)
Tomates y pepinos de verdad ,que huelen a huerta, que saben a gloria.
Se repite la historia :
En la Herradura tampoco me faltaban ni dulces, ni frutas y verduras frescas y sanas regaladas por las vecinas que sabian que podian tocar a mi puerta a cualquier hora ,del día o de la noche.
Siempre he recogido más que he sembrado.
Será que hay que sembrar sin esperar en cosechar .
Eso será.