GOTA A GOTA EL AGUA HORADA LA PIEDRA

GOTA A GOTA EL AGUA HORADA LA PIEDRA.

tr. Agujerear [una cosa] de parte a parte.

Al igual que el agua gota a gota es capaz de horadar una piedra , las palabras descalificativas dichas una y otra vez a un niño son capaces de socavar su autoestima, de hundirlo para siempre, si de pequeño le han repetido una y otra vez: no vales para nada , quítate de ahí que no sabes…eres tonto , eres feo…una y otra vez a lo largo de toda una infancia.

A veces en lugar de horadar esas palabras, si se encuentra quien las contrarreste, alguien como un buen profesor amigos, unos parientes que asuman el papel de padres, se logra armar de valor y de fuerza a quien las recibió y se rebela y demuestra que si valía para algo y ¡Oh paradoja¡! Esos padres destructivos, hasta se atreven a presumir del hijo , quien desde luego no ha llegado a ser lo que es gracias a ellos sino a pesar de ellos.
Al igual que para adoptar se requieren miles de cursos y de antevistas con psicólogos , se debería testar a todos aquellos que quisieran ser padres. Las sorpresas serian monumentales y se vería cuantos no son aptos. Cuantos solo tiene hijos por inercia y no precisamente para amarlos, dejarlos crecer rodeados de amor y dejarlos ser lo que son seres libres únicos e irrepetibles con una personalidad y un papel propio en la vida, no una pertenencia que se tenga que amoldar a unas exigencias o expectativas paternas y /o maternas.
El agua gota a gota puede horadar la piedra sí, pero también, si es agua cargada de sales, también puede construir hermosas estalactitas y estalagmitas y recubrir de una capa protectora a esa piedra que no era tan dura como se creía y acrecentarla en belleza.
Eso sí, algún día al quitar la coraza que esa agua ha hecho recubriendo la piedra, se encontrará un corazón vivo y latente. En otros casos, lamentablemente en piedras endurecidas por la vida, torturadas por aguas demasiado puras y constantes , como aguas bautismales, si puede ser que se abra un agujero y en lugar de un corazón encontremos un vacio tremendo o en el peor de los casos un agujero relleno de rencores, miedos y odios dispuesto a repetir el maltrato y horadar a su vez sin que, al parecer, lo puedan evitar: perpetuán el modelo aprendido.