AQUI HAY GATO
ENCERRADO
Aquella caja rectangular, de cartón con estampado floreado
de estilo victoriano, con tapa superior y bonito lazo de raso rosa , no paraba
de dar brincos .Saltaba de balda en balda de la estantería blanca lacada en un peligroso
descenso en cascada, pero cayendo siempre de pie .
De cuando en cuando la tapa saltaba y casi amenazaba con desprenderse, pero volvía milagrosamente a su
sitio, sujeta por el lazo que cedía cada vez más y más
Hasta que por fin , se soltó del todo y, cuando llegó al suelo , se abrió la caja de par en par , salió un lindo gatito amarillo claro, atigrado .Este se puso a recorrer tranquilamente , con
un andar tímido y curioso, la habitación, hasta que descubrió ,parándose a jugar con ellos, los bajos de los visillos blancos de encaje que una suave brisa agitaba
y los borlones que colgaban recogiendo las gruesas
cortinas en los laterales
En su habitación Leandro se desesperaba sin parar de mirar
los teléfonos, tanto fijo como portátil ,preguntándose por qué Edelmira ,aun no le
había llamado para darle las gracias por el lindo regalo…
Sin duda en ello había gato encerrado , pensó …
Pero a tenor de los
destrozos en la habitación de Edelmira lo que había en realidad era gato libre, muy libre,
libertario, y quizá, hasta un poco libertino se hubiera podido decir observando cómo
frotaba su pequeño hocico sonrosado sobre el mullido cojín de terciopelo rojo
tumbado boca abajo ,encima del mismo , todo lo poco largo que era .