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domingo, 5 de junio de 2011

PERDIDO POR ESOS MUNDOS


PERDIDO POR ESE MUNDO

Lo despertó el timbre del teléfono. Lo buscó en la mesita de noche.Se dio cuenta de que lo buscaba en el lado equivocado ¿Donde estaba? Tanto viaje, tantas habitaciones de hotel, había perdido por un momento la noción del tiempo y del espacio.
Descolgó:
“_Buenos días, son las seis y media.
_Gracias.”
¡Ah ya recordaba, la noche anterior, la cena con el alcalde. El paseo por las calles.
Surrealista del todo con los guardaespaldas turnándose para controlar las esquinas, las del cruce siguiente, la del cruce anterior y los laterales.
Se levantó y descorrió las cortinas .Recordó porque había pedido que lo despertarán tan temprano, quería darse una vuelta a solas por la ciudad y olvidarse de la imagen del a noche anterior. Quería olvidarse del miedo.
Salió y se dio esa vuelta por el San Sebastián amable, el San Sebastián de la playa de la Concha, del centro de talasoterapia La Perla, el de la gente abierta y solicita, el San Sebastián de su amiga Maisa, el de la mayoría de los vascos.
Entró a un bar a desayunar y a pesar de todo, no pudo evitar sentarse de cara a la puerta, a las ventanas, como le dijo Alfonso en una conversación:
-Si entra alguien con la idea de descerrajarme dos tiros no lo vas a poder evitar , pero por lo menos le veré la cara a ese cabrón…
Lo que Alfonso no le dijo es que existía otro tipo de terror y de cabrones terroristas , los del terrorismo psicológico. Ya los conocería en su día, perdido por esos mundos de odios.

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